Bikepacking Tenerife #1. Explorando su cara más salvaje.

“El murmullo sordo de maquinaria acompaña al de las olas rompiendo en el casco y la vibración de los motores del ferry Ciudad de Valencia se siente en todo el cuerpo.

Viento fresco y oceánico, se cuela entre las mamparas de cristal y el sol de un atardecer ardiendo en naranjas y tonos cálidos, acaricia la piel con los últimos rayos de un cielo azul de primavera.

En la cubierta de popa solo quedan dos personas. Un operario italiano del buque que hace una videollamada a casa y yo.

Asomado a la baranda, intento grabar en la retina sus últimas postales.

Como ilustraciones sacadas de un cuento de piratas, Tenerife, en el horizonte se despide desbordando belleza en verdes, turquesas y ocres tierra.La luz del ocaso, la perfila  en lenguas de acantilados que se elevan hasta convertirse en ladera de montaña, para finalmente, dibujar el típico volcán que cualquiera niño plasmaría en un trozo de papel.

Había pasado una semana recorriendo sus caminos y carreteras en modo bikepacking y ya estaba deseando regresar lo antes posible”

UN CONTINENTE ENTERO EN UNA ISLA

Tenerife, la isla más grande y poblada de Canarias cuenta con una gran variedad de paisajes naturales y geológicos reconocidos y protegidos que la hacen única: Acantilados, playas de arena y soleados paisajes de lava negra que contrastan con el azul del océano Atlántico donde podrás divisar delfines y ballenas.

Densos bosques de Laurisilva inmersos en nubes y nieblas que recuerdan los bosques lluviosos de Centro América pinares alpinos y centenarios, laderas de retama que explotan flor, gigantescos cactus cardones, dragos y palmas.

Pequeñas explotaciones agrícolas en bancales de plataneros, papa, batata, ñame o viñas y por supuesto, el ecosistema volcánico de alta montaña con el Teide y sus 3.718m. de altura. Por cierto, volcán que dio lugar al nombre actual de la isla,  “Tener Ifez”, “blanca montaña” en Bereber.

3 RUTAS PARA VERLO “TODO”

Te proponemos 2 rutas circulares, más una tercera que cruza la Isla de Este a Oeste, intercalando pistas mayoritariamente en buen estado con algunos tramos de carretera. Concentradas en la menos explotada y más verde cara norte, recorreremos los principales espacios naturales de Tenerife, desde el Parque Rural de Anaga, hasta el de Teno, pasando por la corona forestal y el Parque Nacional del Teide entre otros.

MICRO-AVENTURA HACIA EL PARQUE NACIONAL DEL TEIDE (2 JORNADAS)

DÍA 1

Cuando supe que  iba a visitar Tenerife enseguida pensé en Paula (@paula_gonzalezfelipe), ciclista canaria que conoce bien la isla y una oportunidad única de explorar algunos de sus caminos menos transitados de manos de una local.

Comenzamos nuestra salida de fin de semana directamente en el área protegida de las Lagunetas, donde pequeñas manchas de Laurisilva aparecerán entre el Pinar Canario, protagonista de la primera jornada.

En el primer tramo, sigues el entramado de pistas que van ganando altura hasta desplomarse rumbo a Agua Mansa en el valle de La Orotava. Una gozada para los sentidos, tierra compacta y fácil de rodar. También es de agradecer los desniveles contenidos teniendo en cuenta la accidentada orografía.

En el trayecto encontrarás balcones que se abren en el bosque mostrando profundos barrancos de pinar, valles con pequeños caseríos y la línea costera norte. En nuestro caso además, la primavera nos regalaba un manto de flores entre los arbustos y helechos frondosos al borde del camino.

Pero sin duda, el momento más emocionante del día fue descubrir por primera vez el perfecto cono volcánico del Teide entre las copas de los árboles. Pegué un frenazo en seco y lo único que salió de mi boca fue un simplón pero emocionado ¡Voilà!

El último tramo del día asciende la TF21 remontando la ladera oeste del valle de La Orotava, hasta el área de acampada Ramón Caminero. La pequeña carretera de montaña es preciosa, pero puede ser un poco estresante los fines de semana, donde motos de gran cilindrada la toman como su circuito personal.

DÍA 2 

La luz pálida del alba comenzaba a colarse entre las copas de pino canario anunciado la hora de despertarse. Pude sentir a Paula saliendo de su tienda de campaña y ya imaginaba el olor a café y ese primer sorbo que golpea con un chute de placer directo en las neuronas. El fresco de la noche persistía y aunque estaba deseando salir y montar en bici me concedí 5 minutos extra saboreando el despertar lento y suave dentro del mullido saco de plumas, un ritual idéntico que sigo desde que empecé a viajar en bicicleta .

Es curioso como nos marcamos rutinas que se repiten incluso en las pequeñas aventuras,  salir y echar el primer pis, sacar el saco a airear, recoger la tienda, preparar el desayuno (ummmmh café recién hecho) terminar de empacar y vuelta a pedalear.

Tras desayunar, tomamos rumbo al Parque Nacional del Teide por carretera. El pinar da poco a poco paso a la retama y el paisaje lunar de alta montaña, de formaciones de origen volcánico. El track incluye un corto desvío a Portillo Alto donde podrás reponer fuerzas en un bar-restaurante frecuentado por moteros y ciclistas. Aprovecha para contemplar el volcán desde el punto más cercano de toda la ruta. 

A partir de este aquí toca el ascenso hasta el Observatorio Astronómico del Teide y un largo descenso por la carretera de la esperanza. La escénica bajada, nos dejará algunas imágenes del mar de nubes sobre la cara sur de la Isla, más seca y cálida. 

Antes de regresar al coche dejamos por unos kilómetros el asfalto para tomar “La senda de las piñas”, así decidimos llamar a este pequeño tramo off road que te proponemos al final de la ruta. Es algo técnico y sin mantenimiento, lo que implica cientos de grandes piñas canarias esparcidas en nuestro camino. Puede suponer un pequeño y divertido reto para una bici de gravel, pero es precioso y merece mucho la pena. 

Álvaro Teixeira Rebelo @rodamundu

Con la colaboración de Paula González Felipe, Finnacycles y Spiuk

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